No. Para ser admitido como masón se debe cumplir lo siguiente:
Ser una persona de buenas costumbres, es decir, ha de ser digna de confianza, honrada en su forma de trabajar y de buena reputación.
Ser una persona Libre; la petición de afiliación a la Francmasonería ha de ser consecuencia de la innata libertad individual, lejos de toda presión, influencia o circunstancia que coarte dicha libertad.
Creer en un Principio Superior o Causa Primera de todo lo creado, al que se denomina comúnmente como Dios, y que los masones, respetando siempre la libertad del individuo ante cualquier creencia particular, denominan como Gran Arquitecto del Universo.
Ser mayor de edad, sin distinción de nacionalidad, grupo social o religión. Los que son aceptados como miembros han de tener buen carácter, aptitud para trabajar en grupo, buena reputación y creer en un Ser Supremo.
La solicitud es leída en una reunión y pasada a un comité compuesto por miembros del Taller, quienes por separado entrevistan al peticionario. Después del informe de la comisión a la Logia, la solicitud del peticionario es sometida a votación por sufragio secreto y universal de los miembros de la Logia y, en caso de ser aceptado, empieza el proceso que le llevará a ser miembro más de la Logia, sin más derechos y obligaciones que aquellos que vengan dados por el grado.